Ni un SI, ni un NO.
Todo es como al principio, como ayer,
o como el otro día que te dije, y me dijiste,
pero no nos dijimos nada.
Nada se construye, ni se ha construido,
cuando la base es gelatina.
Undo mis dedos, los muevo suavemente,
los saco y chupeteo las gotas
saladas que resbalan por ellos.
NO, la gelatina no es dulce,
y las palabras NO son infalibles.
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1 comentarios:
Niña, ¿qué pasó que no sigue con el blog?
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