Ni un SI, ni un NO.
Todo es como al principio, como ayer,
o como el otro día que te dije, y me dijiste,
pero no nos dijimos nada.
Nada se construye, ni se ha construido,
cuando la base es gelatina.
Undo mis dedos, los muevo suavemente,
los saco y chupeteo las gotas
saladas que resbalan por ellos.
NO, la gelatina no es dulce,
y las palabras NO son infalibles.
La felicidad tiene varios nombres, dicen.
-Cierra los ojos, deja de pensar y concéntrate en lo que sentís.
-¿lo ves?
-¿Ves la forma que toma?
Es algo negro, viscoso, denso, desagradable, por fugaces momentos suave, cual mano acariciando apenas mi hombro.
-Podes describirlo con una palabra?
Hoy? Amor.
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